Obra escénico-musical desarrollada en dos actos. La historia inicia un paisaje del Caribe Colombiano, entre el cielo de noches estrelladas y el mar agitado fuertemente por el viento que le hace mostrar sus elevadas olas; las cuales a su vez arrastran consigo a unos cuantos animales marinos hacia la superficie.
Las estrellas alegremente cantan y danzan al ritmo de sus propias melodías; risueñas y orgullosas de brillar en el cielo y propagar su imponente luz hacia la tierra y la superficie del mar; mientras tanto algunos animales marinos también cantan y danzan al ritmo de las elevadas olas que los arrastran.
Una de las estrellas inexplicablemente puede escuchar en el cielo, la música que proviene del mar y es tan fuerte la gran atracción que siente al oírla, que hace nacer en su corazón el deseo de estar más cerca de ella; por eso, pide a la luna que la permita bajar al mar. La luna concede el deseo de la estrella, advirtiéndole que una vez haya llegado al mar, perdería su luz para siempre y que sería vista por todos como una sombra.
La estrella acepta la condición de la luna para conceder su deseo y una vez ya convertida en sombra, llena de miedos y temores; finalmente logra habituarse a su nueva condición y es aceptada entre los animales marinos, cantando junto a ellos al ritmo de las olas.