En estos grandes pensadores Pitágoras del siglo VI AC y Gramsci siglo XX DC hay similitudes en su pensamiento, aporte científico a la sociedad.
Para acceder al conocimiento a la verdad tiene que haber disposiciones en el individuo de tipo moral, ético, filosófico y psicológico, como los dos autores lo anuncian Pitágoras en el Hieros Logos y Gramsci en el odio a los indiferentes dominio de si mismo, humildad, apertura de mente, tolerancia , pensar en el otro. Dios crea al mundo desde el número y la geometría, la música al ser la materialización del número puede llegar a ser un medio para desarrollar el espíritu.
Un triangulo isósceles partido a la mitad simboliza la partición equitativa de los bienes, en la tetratkis la monada es el absoluto, luego el dos es la dualidad el espíritu y la materia, el tres simboliza la voluntad, el amor y la inteligencia el alma, el cuatro simboliza cuerpo físico, cuerpo astral o etérico, cuerpo mental, cuerpo emocional nuestra personalidad.
Pitágoras servia a la música para sanar las emociones de las personas ”mejor que hablar de cualquier cosa es mejor guardar silencio, mejor que guardar silencio es hablar de algo que tenga sentido” (Pitágoras). La nota que emite una cuerda vibrante es proporcional a su longitud a la raíz cuadrado de su densidad e inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su tensión. Gramsci hace la denuncia de la indiferencia como enfermedad pasiva que permite el mal, afirma al igual que los pitagóricos la necesidad de desarrollar la vida y los sentimientos éticos, pensar en el otro. Señala que la indiferencia es apatía, parasitismo, cobardía de gente que no quiere tomar partido, que no quiere vivir y son el peso muerto y el muro para las ideas innovadoras y las personas que desean emprender empresas heroicas.
Conversaciones entre un circulo y un cuadrado
Me encontraba en lo alto de Monserrate, siendo un perfecto círculo venía a rezar para convertirme en una sideral esfera. – Busco la profundidad de la vida, grité- El cuadrado se acercó. Le pregunte ¿cómo veía la ciudad en lo alto de una montaña? Me respondió – Monserrate es un sagrado triángulo y en nuestra dimensión no puede existir la profundidad. El cuadrado siendo un Sacerdote, me explicaba que pensar en la profundidad, era pecaminoso y nocivo para mi vida. Me dirigí hacia el muro que me proteje del abismo, frustrado por mi ceguera, observé la ciudad como lineas………… puntos sin imagen.